sábado, 27 de junio de 2015

Siempre regresas.,

No he escrito desde hace ya un tiempo, no es que ya no te piense, es verdad que sigues cerca, pero no le doy alas a mis pensamientos.

Me he acostumbrado a tu ausencia, es prácticamente mi rutina diaria de recordarte y borrarte en el instante. No sé donde estés, no sé que es lo que harás y en el fondo pretendo ignorar las ansias de contestar a esas preguntas.

Con el tiempo voy arrancando pequeños fragmentos de ti, eres como la hierba mala, difícil de exterminar, no sé que hiciste para estar siempre presente, atosigándome.

"El corazón actúa por razones que la razón no entiende"

Y fue difícil de procesar que tu tiempo, nuestro tiempo juntos ya pasó, no hay vuelta atrás. No hay nada que decir o hacer que pueda arreglar lo irreparable. Después de tanto tiempo sigues rondando por aquí, como una leve presencia, un vago recuerdo que debe ser suprimido antes de que puedas arruinar la vida estable que me he construido desde que tu ya no estas. Si escribo hoy es para dejar de buscarte en mis pensamientos, y dejar de buscar una respuesta que quedo implícita entre las líneas de un contrato mal estructurado al momento de decir adiós.

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