jueves, 7 de febrero de 2013

Comiendo papas enchinadas.,

A veces me haces falta.
Tu ausencia me hace mal, solo me provoca lágrimas suicidas.
Quisieras que siguieras aquí, desearía que todo hubiera sido diferente.
No sé que me pasa, me siento traicionada & que fallé. Me siento la peor del mundo.
Pasan tantas cosas por mi cabeza & me dañan por dentro.

Como si el murmullo de tu silencio en mis sueños no fuera el cuchillo que rasga mi cuerpo.
¿Dónde estas? ¿No escuchas mi llanto? ¿No te das cuenta que me hundo en dolor?
Como si mostrarme ante el mundo con la felicidad de mil soles pintara mi verdadera realidad.
Me matas, más lento que el tiempo, más doloroso que el fuego.

¿Dónde estas? 
Siempre creí que te quedarías aquí para mi.
Que te quedarías a mi lado, sin motivo, sin razón, sin pedir nada a cambio.
Dime, ¿en qué te fallé amigo mio?
Fue quizás que no vi más allá de esa mirada triste & vacía.
De tus palabras llenas de duda & de sarcasmo.
COMO ODIO RECORDARTE
Tus molestos comentarios burlones; que desgraciadamente alegraban cada misero día.
Tu cinismo y falta de interés, tus canciones desafinadas y tu extraño sentido del humor.

¿Dónde estas? Me haces falta.
Me siento dolida, traicionada, pero se que fallé también.
Dime al menos, ¿Qué hice mal? ¿Qué no vi? 
Pienso lo peor, como siempre.
A veces me imagino que deje de ser importante o interesante para ti
y con la facilidad con la que se termina uno una taza de café, me sacaste de tu vida para siempre.
Con esa facilidad dejo caer mis lagrimas en este momento.
No dejo de repasar nuestra ultima conversación, sabía que era un adiós definitivo,
y aun así no te quise detener. Siempre quise tu felicidad, no podía comportarme como una egoísta.

Quisiera negarme a esta realidad, dejar de llamarte solo en sueños e ir a buscarte,
mas se bien que en tu vida yo ya no soy bien recibida.
Quisiera ir, que me abrazaras y me consolaras todas y cada una de mis penas.
Quisiera contarte como odio al mundo y como ansío formar parte de él.
Contarte de como me decepcionan y como tú, a pesar de todo, nunca lo haz hecho.
Quisiera decirte lo sola que me siento, lo perdida que estoy y el camino confuso que trato de seguir.
Quisiera que extendieras tu mano y nunca me dejaras caer.
Deseo muchas cosas como escuchar tu voz, tus consejos, tus bromas, tus idioteces, tu frialdad, escucharte de nuevo tocar, que calmes mis atormentado mar de locura.
Pero lo que más deseo y añoro es tu felicidad, aunque ya no forme parte de ella.

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